Mientras ascendía lentamente por las laderas del monte Sharp —una imponente elevación ubicada dentro del cráter Gale en Marte— el rover Curiosity de la NASA realizó un hallazgo sorprendente: grandes depósitos de carbono atrapados en minerales carbonatados. Aunque este dato pueda parecer técnico a primera vista, podría ser una pieza clave en la búsqueda de vida antigua en el planeta rojo.
Los minerales carbonatados se forman cuando el dióxido de carbono interactúa con el agua y las rocas, por lo que representan un indicador relevante de las condiciones ambientales del pasado. Ya se habían detectado estos minerales en Marte anteriormente, tanto mediante rovers en la superficie como con orbitadores e incluso meteoritos marcianos que llegaron a la Tierra. Sin embargo, los nuevos datos obtenidos por Curiosity ofrecen detalles inéditos y emocionantes.
“Esto nos indica que el planeta fue habitable y que los modelos que tenemos sobre la habitabilidad marciana son correctos”, explicó Ben Tutolo, autor principal del estudio y profesor asociado del Departamento de Tierra, Energía y Medioambiente en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Calgary.
Según los investigadores, los minerales encontrados por el rover se habrían formado en condiciones extremadamente secas, a través de reacciones químicas entre el agua y las rocas, seguidas por un proceso de evaporación. Esta cadena de eventos apunta a una época en la que Marte contaba con una atmósfera lo suficientemente densa, rica en dióxido de carbono, como para permitir la existencia de agua líquida en su superficie. No obstante, al irse debilitando dicha atmósfera, el dióxido de carbono comenzó a transformarse en roca.
Uno de los minerales que más llama la atención en este nuevo descubrimiento es la siderita, un carbonato rico en hierro que apareció en concentraciones inesperadamente altas —entre un 5% y un 10% en peso— junto a sales que se disuelven fácilmente en el agua. “Esto sugiere que el planeta fue habitable hasta ese momento, pero luego, a medida que el dióxido de carbono que mantenía cálido al planeta empezó a precipitar en forma de siderita, probablemente afectó la capacidad de Marte para conservar su temperatura”, detalló Tutolo.
Lo que hace aún más intrigante este hallazgo es la presencia de oxihidróxidos de hierro en los mismos depósitos. Estos compuestos apuntan a la posibilidad de que Marte haya contado con un ciclo del carbono similar al de la Tierra, en el cual parte del dióxido de carbono atrapado en las rocas eventualmente regresaba a la atmósfera.
Este avance no solo refuerza la teoría de que Marte fue un planeta habitable en el pasado, sino que también ofrece nuevas pistas sobre su evolución climática y geológica, acercándonos cada vez más a comprender si alguna vez albergó vida.