China apuesta fuerte por la inteligencia artificial en el desierto

China apuesta fuerte por la inteligencia artificial en el desierto

En la región de Xinjiang, al noroeste de China, el panorama está cambiando rápidamente. Decenas de centros de datos se están levantando en pleno desierto, evidenciando la ambición del país asiático por liderar la inteligencia artificial a nivel global. Según una investigación de Bloomberg, empresas chinas planean adquirir más de 115,000 chips avanzados de Nvidia —equipos cuya exportación a China está actualmente prohibida por Estados Unidos— para alimentar estos centros de datos, clave en el entrenamiento de modelos de IA.

El avance de la inteligencia artificial abierta, con sello chino

La reciente presentación del modelo R1 de DeepSeek, una inteligencia artificial de código abierto desarrollada en China, ha generado un impacto considerable en la industria tecnológica mundial. Al ofrecerse de manera gratuita y sin regalías, este modelo no solo ha sacudido los mercados financieros, sino que también ha puesto en jaque la hegemonía estadounidense en el sector de la IA. La noticia despertó preocupación entre los gigantes tecnológicos de Silicon Valley, acostumbrados a modelos de negocio cerrados y muy protegidos.

El lanzamiento de DeepSeek es señalado como uno de los detonantes de una ola de ventas millonarias en empresas tecnológicas estadounidenses, reflejando el nerviosismo de los inversores ante la posible “comoditización” de la inteligencia artificial y el crecimiento de China como potencia competitiva. Apodado por algunos como “la respuesta china” al GPT-4 de OpenAI, R1 ha modificado el escenario geopolítico de la IA.

Costos reducidos y acceso abierto, la fórmula disruptiva

Según los informes, el desarrollo de R1 requirió una inversión inferior a los seis millones de dólares y utilizó los chips H800 de Nvidia. Aunque los gastos totales no han sido revelados, este dato sugiere un proceso mucho más económico en comparación con modelos privados como GPT-4, cuyos costos se estiman en cientos de millones. Esta eficiencia, unida al acceso abierto, convierte al modelo de DeepSeek en un competidor disruptivo y atractivo para muchos actores de la industria.

Otras compañías chinas, como Alibaba, también están apostando por modelos abiertos, publicando de forma gratuita series como Qwen3 Embedding. Esta tendencia no es exclusiva de China: en Europa, la firma francesa Mistral AI ha presentado el primer modelo de razonamiento LLM del continente. Frente a este panorama, los expertos advierten que Estados Unidos podría perder terreno si no adopta estrategias de código abierto. Vale recordar que gigantes de internet como Google y Facebook alcanzaron el éxito gracias a servicios gratuitos y centrados en el usuario, como Gmail y Maps, antes de monetizarlos.

Un cambio en la dinámica global de la IA

En un sector donde el secretismo es la norma y los modelos suelen estar bajo llave, la apuesta por herramientas abiertas parece contradictoria. Sin embargo, mientras OpenAI avanza con cautela y proyectos multimillonarios como Stargate, la expansión de ChatGPT fuera de su versión básica sigue siendo limitada. Otros competidores estadounidenses, como Google Gemini, Meta Llama y Anthropic Claude, tampoco han logrado superar estas barreras con rapidez o a bajo costo.

La estrategia de código abierto se ha convertido en la alternativa de China para impulsar el desarrollo de la IA: es legal, escalable y fomenta la colaboración internacional. Es un enfoque similar al de Android, que debe su éxito a la comunidad global de desarrolladores. Así, las empresas chinas aprovechan estos ecosistemas abiertos para perfeccionar y escalar sus modelos sin asumir todos los costos, replicando el modelo de Google Play.

El propio Yann LeCun, principal científico de IA en Meta, ha calificado el auge de DeepSeek como un triunfo del código abierto, más allá de que China supere a Estados Unidos. Sin embargo, el trasfondo geopolítico es innegable: ofrecer acceso gratuito amenaza el modelo de negocio de los sistemas propietarios. Si los modelos abiertos alcanzan el mismo nivel de calidad, los modelos comerciales podrían quedarse sin ventaja competitiva.